CAPITULO 1
El Jaguar Sale a la luz
Comenzaba mi primer día de segundo de Bachiller en en nuevo instituto con apenas recién cumplidos 19 años, me dirigía montada en mi moto kawashaki por la carretera desde mi casa que se encontraba casi alejada de las proximidades de la ciudad, la cual era San francisco, me había independizado y había abandonado la casa de acogida hace dos años, y ahora subsistía con el legado de mis padres fallecidos que me dejaron dinero y esta casa de aqui como su deseo para mi.Llegue al instituto, aparqué la moto y mi vista se dirigió primero a la entrada, no había nadie.
¡MIERDA! ¡Llegaba tarde! ¡Realmente tarde! puse el candado de mi moto y salí corriendo con mi mochila en los hombros mientras veía a un grupo de chicos alrededor del coche dirigiéndose a la entrada, genial,simplemente genial,los chulitos repetidores, antes de que me viesen me deslicé entre ellos como un gato, empujando a uno de ellos provocando que dijera algo malsonante
-¡EH TÚ! ¡mira por donde mueves mejor tu pedazo de grasa por aquí!.- me gire indignada y todos menos el se quedaron mirándome sorprendidos mientras el recogía las llaves de un coche y sin dudarlo le di con mi carpeta con todas mis fuerzas.
-Imbécil.- le susurre y subí las escaleras corriendo, entre en la clase que me asignaron y aleluya, no había llegado el profesor suspire y me senté en el primer sitio que vi libre, mientras oía maldiciones y toneladas de insultos aumentando de volumen mientras supuse, esos chicos subían por las escaleras, entro por pura coincidencia al chico que había golpeado con la carpeta, y tragué silenciosamente saliva, era puro musculo y testosterona, con un pelo rubio que le caía por los hombros, como si se hubiese bañado en el sol hasta que le quedase tan reluciente, y tenia unos ojos verdes, salvajes, y estaba realmente enfadado, oh si, se le podía notar por todos sus poros de la piel y eso me produjo tal satisfacción que sonreí y me reí por lo bajo.
Se acercó a mi apretando los puños, obviamente no podía ver nada de mi, tenia la chaqueta de la moto puesta con un gorro de lana y unas gafas de sol, por lo tanto podía comérmelo con los ojos mientras y no se daría cuenta, al menos no al principio, colocó sus puños en ambas esquinas de mi mesa, y yo simplemente lo ignore y saque un cuaderno para posibles apuntes, el simplemente me siguió intimidando y tuve que aguantar las ganas de reír esto no era nada comparado con las cosas que había sufrido yo pequeño
-Pídeme disculpas.- primero pensé de nuevo que era un completo imbécil, después le agregué unos cuantos insultos mas para que no se quedase corto y por ultimo la que quería las disculpas era YO.
-Eso tendré que decidir lo yo, porque si me miras detenidamente veras que no soy un pedazo de grasa, y si no hubieras estado en medio puede que no te hubiese empujado, ademas fue sin querer, hombre testosterona.
-¿Hombre Testosterona? ¿acaso sabes con quien hablas , mujer?.- me miró detenidamente durante unos instantes.- ademas vas así de tapada porque seras una chica-plancha.- ¿Chica-plancha? iba a dedicarle otro carpetazo en la cabeza cuando entro el profesor.
-Dereck Siéntate si no quieres que te eche de clase, ademas deja de ligar con la nueva.- primero fulmine al profesor a trabes de los cristales y después realmente quería pegar a ese tal Dereck con su cara de asco puesta en mi, ah pero los hombres son tan básicos, ¿chica plancha eh?, se iba a enterar. Dereck se dirigió al ultimo asiento de la otra fila.- ¿Ariadnne Lohann verdad?.- preguntó el profesor hacia mi, asentí.- Bienvenida, por favor háblanos de ti un poco, adelante.-sonreía, se iba a tragar sus palabras, me levanté mientras todos me miraban, mis botas de aguja hasta un poco mas de mis rodillas no se veían con el tremendo abrigo, porque pensé que haría mas frió a si que me lo quité mientras se veía mis pantalones azules cortos y una camiseta de tirantes anchos negra y después me quite el gorro y mi pelo calló en cascada en una onda de pelo ondulado negro como el carbón mas profundo, y después las gafas y le fulmine con mis ojos azules claros con borde oscuro azul a ese tal dereck que se me quedó perplejo y murmuré ¿Plancha eh? y vi como el tosió atragantándose por su estupidez, no es que tuviera enormes pechos, al menos una talla 95 copa casi c y de un metro 68 sin tacones.
Una vez me presente y relate un poco sobre mi vida, dereck no dejo de mirarme durante las 3 horas hasta el final de primeras clases, para almorzar, cogí mi mochila y saque el móvil del bolso pequeño y me estremeció antes de salir por la puerta, escuchaba como Dereck me hablaba pero no sabia que decía, solo podía ver el mensaje, de mi móvil y una misera lagrima callo por mi mejilla, no lo controlé, salió sin mas, y me enfurecí mi cuerpo no respondía, a si que mi móvil se callo de entre mis manos mientras me quedaba sin poder decir nada, paralizada.